Política, fraternidad y ternura

Los resultados de las elecciones estadounidenses nos han dejado un mal sabor en la boca, un dolor en el estómago y un sufrimiento indescriptible que no lograra movernos hacia el terreno del enfado y el odio que muestran los que se reivindican como ganadores. La razón fundamental es que llevamos tiempo resistiendo desde la fraternidad y la ternura, creando espacios seguros para que los sectores desplazados y oprimidos encuentren la vía de conectarse con el sueño americano.


Mientras los otros reclaman deportaciones masivas, asesinatos selectivos de líderes demócratas, exclusión de las diversidades sexuales y de género, restablecimiento de la segregación racial, reforzamiento del patriarcado y confinamiento de las mujeres a roles domésticos, entre otros esfuerzos para volver a la America de la que el nacionalismo blanco siente profunda nostalgia, nosotros, demócratas de diversas corrientes poticas seguiremos dando la pelea por el mejor futuro posible.


Los demócratas debemos reinventarnos y restaurar los puentes que históricamente nos han conectado con la clase media y trabajadora, una recomposición que no debe suponer el abandono de las reivindicaciones y libertades que siempre hemos defendido. El sueño americano es la posibilidad de ser y hacer lo mejor para construir un porvenir próspero para cada uno de nosotros y nuestras familias.


El modelo político estadounidense es bastante dinámico y cuenta con diversas vías para el control y balance de los poderes. La mayoría republicana puede ser temporal si logramos recomponernos a tiempo y modificar la correlación institucional de fuerzas en las elecciones de 2026.


Las minorías podemos jugar un papel importante en el esfuerzo por contener y revertir las políticas anunciadas por el próximo presidente y su proyecto tiránico contra las libertades y la democracia. Es hora de tejer redes, forjar y divulgar opinión alternativa que hagan más fuerte los lazos de fraternidad que sostienen al movimiento progresista. Es un buen momento para redefinir nuestras capacidades de organización y movilización comunitaria. Vienen tiempos duros que pondrán a prueba y tensión todas nuestras voluntades, y debemos responder con firmeza, con decisión, sin vacilación, sin miedo, y lo más importante, sin perder la ternura.


Comentarios

Entradas más populares de este blog

Acción Contra el Fascismo

La Revolución de Abril de 1965 y la Revolución por Venir